Respiro Intelectual

Hoy es un grandioso día.

Hoy fue mi examen final más pesado de este semestre. ¿Saben qué me gané con eso? NO MÁS FILOSOFÍA.

Bueno, por lo menos hasta agosto, cuando regresemos a tomar Filosofía y Ciencia.

Pero aún con todo lo que nos pueda esperar en otoño, ya no habrá más Paideia. No dudo que encontraremos otros trabajos que justifiquen la ingestión de cantidades mortales de Red Bull y demás brebajes de cafeína (no hablo por mí, aunque sí es algo común entre humanistas desvelados) pero tenemos dos meses  para purificar nuestros cuerpos de esas sustancias tóxicas, por medio de la catársis (al más puro estilo órfico). 

Estoy lejos de haber terminado con el trabajo del semestre. Me falta empezar una carpeta de poemas, minificciones, un cuento y un ensayo para la próxima semana, pero no me importa. Puedo trabajar en eso hasta las altas y más inspiracionales horas de la madrugada.

Francamente, despúes del examen oral acumulativo de Filosofía Griega, pocas cosas me causan tanta ansiedad. Después de pasar toda la tarde anterior y esta mañana estudiando para un examen de cinco preguntas que duró cinco horas, realmente no siento mucha presión por delante. 

Para aquellos que crean haber leído mal, no es el caso. En realidad el examen sí duró cinco horas, pues teníamos que pasar en grupos de tres personas a ser examinados. Nótese que eso grupitos tardaban de 20 a 40 minutos en salir. 

En estos momentos no puedo escribir una crónica del ambiente fuera del salón. Básicamente se reducía a humanistas estresados leyendo notas, y la mitad estoicista del grupo, tranquilamente esperando entrar, convencidos de que el destino se ocuparía del resultado académico. A esas alturas ya no valía la pena tratar de aprender más cosas. Habíamos llegado a un punto muerto. 

En otra ocasión les compartiré mi crónica de un examen de física programado. No puedo decir que fue la misma experiencia, pero será más fácil que se identifiquen con aquella. 

Por el momento me retiro a ver series y películas para despejar mi cerebro de filosofía. Ayer no podía dormir por pensar en griego. En este momento estoy dispuesta a ver 300 para borrar esa imagen ideal de una Grecia racional que no fui capaz de describir con enunciados concretos hace unas horas. 

Tal vez mañana pueda estructurar de nuevo algo más interesante que compartir. Por el momento tenía ganas de cerrar el círculo filósofico del semestre. Después seguiré con el reto de las canciones, y prometo variar la selección para mantenerlo interesante.

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