Retos Musicales

¿Cuánto desde la última entrada? Bastante diría yo. No me atrevo a ver cuánto exactamente o me voy a deprimir. Nah, mentira, no me deprimo. La verdad es que este semestre estuvo bastante pesadito, pero por suerte ya casi se acaba. Aún quedan un par de proyectos, pero desde que termine Paideia las cosas se ven mucho más tranquilas. 

Bueno, como en realidad no se me ocurría de qué hablar, como no fuera de mi dilema existencial en términos literarios (tema de otro ensayo), decidí seguir el ejemplo de varios amigos que han empezado el 30 Day Song Challenge. No sé si en realidad lo vaya a terminar en 30 días, pero por lo menos me dará de qué hablar por un rato. Escogí ponerlo aquí para no andar atiborrando el Facebook de más cosas. 

Día uno: mi canción favorita. 

Bien, eso es bastante sencillo. Sin lugar a dudas se trata de Rosas de La Oreja de Van Gogh (probablmente aparezcan varias canciones de ese grupo por aquí).

Uno de sus pocos videos que sí tienen que ver con la letra.









La canción viene en el tercer disco del grupo español, llamado Lo que te conté mientras de hacías la dormida. Adoro ese título; engloba todas las posibilidades de una historia compleja dentro de una oración. 


Curiosamente, esa no es la canción más reproducida en mi iTunes. También estoy de acuerdo en que hay otras canciones de La Oreja de Van Gogh que tiene muy buena letra, e incluso podrían considerarse mejores, pero ésta sigue siendo mi favorita por varias razones. 

En primer lugar, porque fue la canción que detonó mi gusto trauma por este grupo. Érase una vez, en sexto de primaria, yo no tenía un grupo o artista favorito. Mi colección de música se reducía a canciones de Cri Cri, villancicos navideños y un disco de Shakira.

Fue entonces cuando escuché este tema en la tele y radio. Me gustó tanto que empecé a sintonizar la radio  en cada momento libre para tratar de pescarla (nótese que mi radio no tenía botones con estaciones, había que girar la perilla para evitar estática). 

Finalmente mi afán llegó a un punto decisivo. Estaba dispuesta a ahorrar y comprarme un disco; la disyuntiva: ¿Belinda o La Oreja de Van Gogh? 

Por suerte, una querida amiga me informó que Belinda no valía nada y estaba mucho mejor la canción de Rosas. Así pues, terminé en Mixup preguntando por mí ahora disco favorito. Le comenté esto a mi prima en una reunión familiar y ¡Oh, sorpresa! una tía me escuchó y decidió regalarme el disco en mi cumpleaños.

Lo recuerdo perfectamente. Fue el 25 de enero del 2004, dos días antes de mi cumpleaños número doce. Mi tía llegó tarde a la fiesta, pero como podran imaginar, no le guardo rencor alguno. 

Escuché Lo que te conté mientras te hacías la dormida sin parar. Mi walkman sólo manejab aun disco a la vez, y para mí no hacía falta nada más. Mi trauma sólo aumentó con el tiempo y en un año conseguí toda la discografía que habían sacado hasta el momento. 

Sigo siendo gran fan del grupo, incluso después de la salida de Amaia Montero. La nueva vocalista, Leire, es muy buena. Además, siento que después de cambiar de vocalista, la banda tomo un respiro de inspiración y volvieron a hacer música muy original, parecida a la de sus primeros discos. 

Estoy muy contenta con la integración de Leire y mi único miedo -que fuera a arruinar Rosas- se esfumó después de escuchar Nuestra casa a la izquierda del tiempo, su más reciente producción con versiones nuevas de canciones anteriores. Si no me creen, aquí les dejo la canción. Me encantó el giro fantástico, como si fuera la canción de un cuento de hadas.


Es un buen disco, una vez que te recuperas del shock
 por lo mucho que se parecen las voces de Leire y Amaia.
Como podrán notar, La Oreja de Van Gogh forma parte importante de mí. Llevo muchos años escuchando sus canciones y jamás me había dado cuenta de la su gran influencia en mi persona, hasta que una amiga vio la letra de sus canciones y me dijo "Ah, se parece a lo que escribes." 

Para bien o para mal, seguiré apegada a este grupo. He ido a uno de sus conciertos (el último en México con Amaía Montero) y planeo asistir a más. Me siguen gustando tanto como el primer día que escuché el primer disco. Eso va para mis amigos que dijeron "En un mes se te va a pasar." Bueno, van siete años, tres meses y una semana. Aún no hay señas de que esto vaya a desaparecer, y menos ante la promesa de un nuevo disco a finales de este año.

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