Estrés Postraumático

Prometo que cambiaré de tema para la siguiente entrada. 

Como ya sabrán, hoy era el día del juicio final sobre la Paideia. Trabajé bastantes horas, aunque en realidad no iba tan atrasada. Me lo tomé con calma; ni siquiera me importó dormirme hasta las 2:30 am. Después de todo, me lavanté hasta las 8 am, casi seis horas de sueño. Eso es masomenos lo que dormía en prepa. 

No fui a servicio becario, pero decidí avanzarle a los comentarios y edición de mi resumen durante la Cátedra de Arte Sacro. Conocí a un seminarista y escuché una frase genial del conferencista.

Sacrifiqué cada segundo libre después de mi fabulosa clase de literatura, pero acabé. 24 páginas fueron entregadas a tiempo, durante el pase de lista. Debería haberme sentido orgullosa, descansada, aliviada o algo por el estilo....

Eh... No.

Me sentía FATAL.

Al principio creí que era la clase de filosofía dándome sueño o la desesperación normal de querer ir a comer. El punto es que me levanté del asiento cuando sonó el timbre, fui a la cafetería y veía verde, sin estar frente a las ensaladas. En mi delirio, se me quitó el hambre. Me temblaban las manos y mal llegé a mi cuarto me tiré a dormir.

Después de reponer mis dos horas y media de sueño perdido, desperté como si nada. Hasta soñe muy bien. Creo que eso se lo debo a Hamlet y su "Dormir, ¡soñar acaso!". 

Fui tranquilamente a la cafetería por un Subway, porque esa es la maravilla de ir a las cinco de la tarde: ¡No hay fila! 

Me siento completamente normal y culpo mi episodio de derrumbo por estrés portraumático de terminar Paideia (al menos por este parcial). No sería la primera vez. Ya antes me he enfermado al terminar exámenes finales, pero eso no borra mi resentimiento hacia filosofía griega.

Pido disculpas por mis afirmaciones herejes, pero por más interesante que sea la filosofía; por más que me guste estudiar el trasfondo de la Ilíada y la Odisea, no pienso volver a tocar voluntariamente un libro de filosofía pasada mi graduación. No dudo que vaya a tener que volver a ellos, pero será a regañadientes. No quiero terminar recluída por delirios.

Casi escucho a la Paideia, grande y pesada, burlándose... "¡Volveré!"

Ah no, son Jesse y Joy.

Bien hagamos un salto a Kiss of Fire de Georgia Gibbs y vayamos a ver el patético intento de novela, Teresa.

Supongo que si hay algo capaz de neutralizar la agudeza griega, será un churro novelesco de televisión abierta.

Ah, y antes de irme, les dejo la fabulosa frase del historiador de la Cátedra:

"Digitalizemos libros, así no importa que la biblioteca se queme. ¡Ah!, pues en ese caso, tomémos fotos de su madre, así no importa que se muera..."

Comments

  1. Bienvenida seas al mundo de las humanidades. Yo sí soy irresponsable, entonces he pasado muchas más noches en vela.

    Y no odies a la filosofía. Tiene muchas cosas muy nobles por ofrecerte.

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